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La agogé

A partir del siglo VI (hacia el 550 a. C.), la educación cambia de naturaleza. Se convertirá en la agogé (aunque este nombre es en realidad de época helenística): un sistema educativo profundamente original en su época por sus características, ya que es:

  • Obligatorio: constituye un requisito indispensable para la plena ciudadanía. Para Jenofonte, aquellos que no han pasado por la agogé son ciudadanos de categoría inferior que no pueden acceder a las magistraturas ni a los cuerpos de élite o, según Plutarco, son directamente privados de sus derechos ciudadanos. Por el contrario, se puede dar el caso de no ciudadanos (presumiblemente ilotas) que, aceptados en el sistema educativo de la agogé, llegan a ser hombres libres: son los llamados mothakés (ver Ilota).
  • Colectivo: frente a la educación personalizada con un preceptor esclavo, al estilo de otras ciudades griegas, la agogé se estructura en etapas para grupos de niños de edad similar.
  • Organizado por el Estado: es el propio gobierno de la ciudad el que gestiona la educación pública como una de sus principales misiones, lo que merecerá la alabanza de Platón y Aristóteles. Además de contar con magistrados especializados, los éforos llevan a cabo personalmente una supervisión diaria.

A partir de este momento los ciudadanos se preparan para la vida militar ya desde la misma infancia. A los siete años se les aparta de sus familias y comienzan a vivir en barracones de estilo militar con los compañeros de su misma edad, sometidos a un entrenamiento que busca convertirlos en guerreros perfectos, preocupados solo por el bien del Estado.

Esparta (en dórico, Σπάρτα; en ático, Σπάρτη, Spártē, «sembrado»), Lacedemonia (en griego, Λακεδαιμονία) o Lacedemón1 fue la capital de Laconia y una de las polis griegas más importantes junto con AtenasTebas y Corinto. Esparta puede no ser considerada una típica polis (ciudad-estado), ya que no contaba con murallas ni con una acrópolis; también puede no ser vista como un «ethnos» en el sentido de «tribu», puesto que su territorio estaba ocupado por cinco tribus diferentes; esta es una discusión que sigue vigente. Estaba situada en la Antigua Grecia, en la península del Peloponeso a orillas del río Eurotas,2 entre los montes Taigeto y Parnón.

Para el 650 a. C. la ciudad ya era una potencia militar en el conjunto de la Antigua Grecia.

Gracias a su poderío militar, Esparta fue una de las ciudades que lideraron a los aliados griegos durante las Guerras Médicas en la primera mitad del siglo V a. C.3 Entre 431 y 404 a. C. Esparta fue la rival de Atenas en la Guerra del Peloponeso,4 de la que salió victoriosa pagando un alto coste. La derrota de los espartanos ante la ciudad de Tebas en la batalla de Leuctra, librada en el 371 a. C., marcó el final de su hegemonía, aunque mantuvo su independencia política hasta la conquista romana de Grecia en el 146 a. C. Entonces comenzó para la ciudad un largo período de declive que tocó fondo en la Edad Media, cuando los espartanos se trasladaron a Mistrá. La moderna Esparta es la capital de la unidad periférica griega de Laconia y el centro de una zona que vive de la agricultura.

Esparta fue una ciudad única en la Antigua Grecia por su sistema social y su constitución, que estaban completamente centrados en la formación y la excelencia militar. Sus habitantes estaban clasificados en varios estatus: homoioi —gozaban de todos los derechos—, motaz —nacidos fuera de la ciudad pero criados como espartanos—, periecos —libertos— e ilotas —siervos—. Los hómoioi recibían una rigurosa educación espartana —agogé— centrada en la guerra, gracias a la cual las falanges espartanas eran consideradas las mejores en batalla. Las mujeres espartanas gozaron de más derechos e igualdad con los hombres que en ningún otro lugar de la antigüedad clásica.

Aunque Esparta nunca llegó a tener tantos habitantes como Atenas5 y en la actualidad solo quedan ruinas de la antigua polis, su idiosincrasia fascinaba incluso a sus coetáneos, y la admiración por la cultura lacónica ha pervivido hasta la actualidad.

Éforo (del griego Ἔφορος, formado por ἐπί, «sobre» y ὁράω, «ver», «aquel que supervisa») era el nombre dado a ciertos magistrados de los antiguos Estados dorios de Grecia. Entre ellos, los más importantes eran los éforos de la antigua Esparta.

En Esparta existían cinco éforos, elegidos anualmente, que juraban cada mes respaldar a los reyes, mientras que estos, a su vez, juraban respetar las leyes.

LA GERUSIA  (en griego antiguo: γερουσία, gerousía) en la época homérica era el consejo de ancianos (los γέροντες, gérontes), que cooperaban en las deliberaciones y resoluciones con los reyes. En la época clásica se conservaba en las ciudades con regímenes aristocráticos, siendo la más conocida, Esparta. También estaba presente en Cartago y, con funciones variables, en Asia Menorislas del Egeo y Tracia.1

HÓMOIOI

En Esparta los hómoioi (en griego: ὅμοιοι ‘semejantes’) recibían esta denominación en razón de su teórica uniformidad social y económica. Son espartiatas los varones mayores de treinta años que disfrutan de sus derechos, es decir, los que constituyen el cuerpo cívico de la ciudad, politeuma. Es un espartiata que ha pasado la agogé y no ha perdido sus derechos por perder su kleros, mostrar cobardía, cometer delitos o no contribuir en las sisitias. El número de «semejantes» fue descendiendo desde el siglo VIII a. C., fenómeno conocido como oligantropía.}

MOTAZ – 

(pl. motaces móthakes) es una palabra dórica que significa «hermanastro».

El término fue usado para una clase social de la antigua Esparta, particularmente durante la guerra del Peloponeso (431 – 404 a. C.). Los motaces eran hijos bastardos (nóthoi) nacidos de uniones mixtas entre espartiatas e hilotas o hijos de espartiatas empobrecidos.

Los motaces no eran capaces de contribuir en las comidas comunes (sisitias) y no les estaba permitido mantener un estatus «igual», por lo tanto. Tenían, sin embargo, permitido luchar como tropas junto a los periecos.

Los motaces eran educados con los hijos de los espartiatas en el marco de la agogé, apadrinados por determinados oîkoi espartiatas según sus posibilidades. Figueira sostiene la tesis de que serían espartiatas pobres adoptados legalmente por familias sin herederos varones.

Perieco

Ir a la bLos periecos (en griego, Περίοικοι, cuyo significado es «habitantes de la periferia») eran, en la Antigua Grecia, uno de los grupos sociales del territorio controlado por Esparta.1

Los territorios que habitaban estaban bajo el dominio de los espartanos, pero sus habitantes no habían sido reducidos a la condición de ilotas. Eran personas libres que, pese a estar sometidos a la autoridad espartana, gozaban de ciertos derechos y tenían una importancia destacada al formar parte del ejército y realizar actividades comerciales.2

Su procedencia geográfica era diversa, puesto que además de laconios había entre ellos gente procedente de Mesenia y de Arcadia.2

Ilota

 
 
 

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En la Grecia antigua los ilotas (del latIlōta, y este del gr. εἱλώτης, heilṓtēs) eran los siervos de Esparta, más específicamente eran los esclavos de los lacedemonios. No hay que confundirlos con los esclavos-mercancía. El ilotismo se halla también en otras sociedades griegas, como TesaliaCreta o incluso Sicilia. En términos más actuales, el ilotismo se refiere a las personas desposeídas de sus derechos ciudadanos.

Los ilotas ocupaban una situación muy inferior a la de los periecos y de los homoioi, y estaban considerados como originarios de Mesenia, en el suroeste del Peloponeso. Eran esclavos públicos, propiedad del Estado espartano, y formaban parte integrante de los bienes rurales de los espartanos, también conocidos como los homoioi. Esta gente estaba adscrita a la tierra, que era propiedad del Estado espartano, pero que era repartida en calidad de cesión a los homoioi, los cuales se encargaban de que los ilotas la explotaran.